En el año 2011 los españoles miramos de manera mayoritaria al Partido Popular como la única solución a la mayor crisis económica en España de las últimas décadas. La sublime mediocridad del gobierno de Zapatero hizo que pasáramos de las afirmaciones infantiles del tipo que estábamos en la “champions league de la economía” a una tasa de paro de 22,56% (el doble que cuando Aznar dejó la Moncloa), de los famosos “brotes verdes” desfiláramos al mayor déficit del historia reciente de nuestro país y de la ilusión de ser ricos con los planes “e” a tener que crear el plan de pago a proveedores. Todo esto no pasó en otro siglo ni en otra época, esto pasó hace escasos ocho años donde el segundo peor Presidente de la historia de España nos endeudó, nos empobreció y generó que cientos de miles españoles perdieran la ilusión de un futuro en su país y salieran fuera de nuestras fronteras.
En los pocos días que llevamos de campaña electoral, el sucesor de Zapatero como peor Presidente de la historia democrática de nuestro país ha decidido comprometerse a mayor gasto en funcionarios, a mayor gasto en pensiones y a mayor gasto en las peonadas de los planes de empleo rural. En poco más de una semana el narcisismo galopante del Presidente en funciones se ha gastado ya unos 5000 millones de euros, que no tenemos, y acrecentará el ya seguro incumplimiento del déficit del ejercicio 2019. Dale a un mediocre un palo y te golpeará con él.
El currículum oficial de Pedro Sánchez oculta que durante varios años nuestras vidas coincidieron cursando estudios de económicas en las mismas aulas de un centro universitario privado y, encima, dirigido por mis queridos Padres Agustinos. ¡Sí, Pedro Sánchez hizo económicas en un centro privado tutelado por una orden religiosa!, entrañable, ¿verdad? A pesar de ser un centro pequeño, reconozco que ni yo, ni la inmensa mayoría de compañeros de diversas promociones nos acordamos de él, entendemos que, como ahora, estaría en otras cosas. Si hubiera participado en las enseñanzas que el centro, dirigido por entonces por el Padre Javier Campos, nos daba a los alumnos hubiera aprendido cosas básicas de la economía como que la confianza es mejor que la incertidumbre y que la reformas son necesarias ante situaciones de estancamiento como las que vivimos en estos momentos.